sábado, 26 de abril de 2014

DECÁLOGO CONTRA LOS DEBERES - Por Ana Recover

               
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1º. Ocupan un tiempo de juego, las tardes, y los niños y niñas necesitan jugar. Supone una doble jornada de trabajo y ninguno de nosotros desea llevar el trabajo a casa, alargando la jornada de manera exhaustiva.

2º. Supone depositar en los padres y madres un trabajo que no les corresponde. Las relaciones de padres o madres con sus hijos e hijas se deterioran mucho debido a los deberes. Los padres y madres no saben de pedagogía y muchas veces pierden la paciencia o explican de manera poco acertada. Las familias sin embargo podrían utilizar este tiempo para jugar con sus hijos, actividad que sí genera empatía, satisfacción y aprendizaje.

3º. Los deberes aumentan las diferencias sociales porque algunos padres y madres no pueden atender a sus hijos e hijas. No es casualidad que un gran porcentaje del alumnado con dificultades no cuente con un entorno familiar que les pueda ayudar en la realización de los deberes. Estos se convierten entonces en un instrumento  que aumenta las diferencias sociales. La escuela sin embargo debe garantizar la igualdad de oportunidades.

. No se respetan las bases del aprendizaje porque aprender no es repetir ejercicios. Hemos olvidado quizá que en el aprendizaje intervienen la motivación, la implicación del alumnado en la elección de la tarea y que el aprendizaje cooperativo es de gran importancia. El trabajo en casa es sin embargo un trabajo individual donde los niños y niñas no pueden intercambiar la información o construir el aprendizaje con las ideas y aportaciones de los compañeros y compañeras.

5º. Los deberes favorecen el no aprendizaje. Significan la pérdida de interés de los niños y niñas, son repetitivos, poco significativos y suponen una falta de respeto hacia los gustos de los niños y niñas. Son obligatorios y favorecen la sumisión y la pasividad, anulando al pensamiento crítico o creativo.

6º. Desde el profesorado, supone una dejación de sus funciones. El profesor deja que los padres y madres les expliquen las tareas a sus hijos, acción que le corresponde,  perdiéndose la posibilidad de observar parte del proceso de aprendizaje: ¿dónde se equivoca?, ¿qué le cuesta más? En la enseñanza todo el mundo cree saber cómo se enseña y el profesorado debe dignificar su trabajo.

7º. Para los padres y madres los deberes les permite tener ocupados a sus hijos e hijas. Los deberes les permiten controlar lo que saben sus hijos e hijas y aunque desean lo mejor para sus los suyos no respetan los gustos y renuncian a jugar o a disfrutar con ellos.

8º. No favorecen la responsabilidad, la autonomía y la organización personal. Se argumenta diciendo que estos son los valores de los deberes pero la responsabilidad se favorece cuando el niño o la niña pueden elegir hacer o no hacer los deberes. La autonomía se potencia cuando el niño o la niña puede hacer las cosas por sí mismo y sin embargo los deberes hacen alumnos/as dependientes del adulto. Muchas veces nos dicen que los deberes ayudan al alumno/a a organizarse pero esta virtud está más relacionada con la edad y con la personalidad que con la realización de los deberes.

9º. Son una verdadera tortura para los niños y niñas con dificultades. Muchas veces supone repetir aquello que no se sabe hacer, aquello que resulta difícil o costoso. Si tuviéramos una herida en el pie ¿nos pondríamos a caminar o a correr todos los días? Existen muchos modos de abordar las dificultades y la repetición no es la más efectiva.

10º. Existe una importante tendencia a adelantar las actividades y las prácticas educativas. Como en el Bachillerato los alumnos y alumnas deben estudiar se piensa que es bueno que ya se preparen en secundaria. Como en secundaria hacen tarea es bueno que se preparen desde primaria. Como…

Entonces ¿por qué existen los deberes?

- En la raíz de la práctica de los deberes existe una gran despreocupación por los descubrimientos en las investigaciones al respecto de la utilidad de los mismos.

- El profesorado y las familias han renunciado a cuestionar las actuaciones que nos rodean. No somos críticos y Si somos sumisos.

- Existen grandes errores en la naturaleza del aprendizaje.

- Ponemos  el énfasis en la competitividad  frente al trabajo cooperativo.

- Existe una gran desconfianza en los niños y niñas en que ellos puedan elegir cómo pasar su tiempo por las tardes y los fines de semana.

En mi práctica educativa …

- Las tareas para casa son un premio y no un castigo. Pueden llevarse alguna actividad si el niño o la niña lo quieran.

- Los padres y madres pueden buscar cosas a hacer con sus hijos e hijas pero no deben ser tareas mandadas por los profesores. Existen muchas actividades que se pueden hacer a propuesta de las familias.


Realizado por Ana Recover Sanz
Miembro del MCEP (Movimiento Cooperativo de Escuela Popular)


2 comentarios:

  1. Me parece una explicación perfecta de esa tortura, entre otras cosas, que son los deberes. Muy bonito Ana y entendible por todo el personal.

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  2. Gracias Ana por tus reflexiones, nos ayudan en nuestros argumentos.
    Luisa Mecep de Cantabria

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